Sant Climent, iglesia románica patrimonio de la humanidad, es el claro exponente de que la restauración es la formalización del estado concreto de un instante, de los muchos que ha tenido a lo largo de los años de su historia, en este caso más de mil. Se decidió que la imagen que recuperaríamos y expondríamos de Sant Climent era la inicial, la del románico y, para ello, todos los elementos decorativos de las distintas épocas, la mayoría de arte popular, fueros retirados.