Exposición itinerante de química
La aportación más importante de esta exposición, que nació itinerante, se consiguió en la fase de conceptualización en la que se elaboró el discurso museográfico. Es un discurso que sale de las fronteras científicas y entra en la cotidianidad de la química ya que valora al hombre a partir de sus componentes químicos y, evidentemente, lo sitúa a menos de diez euros.